Miércoles, 27 de Enero de 2011. Amanecía en Los Angeles. Los próximos tres días me llevarían a tres ciudades diferentes para regresar aquí el sábado, así que hablé con el conserje del hotel el cual me guardó la maleta hasta mi regreso, lo que me permitía desplazarme sólo con el equipaje de mano, disminuyendo riesgos de perder la maleta y ahorrando tiempo en los aeropuertos.

Salí del hotel y me dirigí a la estación 7th / Metro Center para coger el metro dirección Union Station, una vez allí cogí un autobús llamado LAX Flyaway el cual me llevaba directamente al aeropuerto. Tras pasar el control de seguridad y buscar mi puerta de embarque, aún me quedó algo de tiempo para desayunar. El avión salió en hora y casi sin darme cuenta estaba aterrizando en Salt Lake City. El día que llevaba quince años esperando por fin había llegado.

 
El aeropuerto no es excesivamente grande así que no tardé mucho en salir a la calle. Tal y como había previsto cruzando un pequeño puente dirección al aparcamiento había una parada de autobús. No tuve que esperar mucho y ya estaba sentado camino del centro de la ciudad.

Lo primero que me llamó la atención fue la amabilidad de la gente. El conductor del autobús al verme un poco liado con la maleta, la mochila e intentando buscar el dinero para pagarle el trayecto me invitó muy amablemente a sentarme y a que le pagara cuando llegase a mi destino. Desconozco si es una práctica habitual en la ciudad, pero no era algo a lo que estaba acostumbrado.

El aeropuerto estaba bastante cerca del downtown, así que en pocos minutos me estaba bajando del autobús, agradeciendo al conductor por su servicios prestados y cordialidad. Sólo tuve que andar dos calles y me encontré con el EnergySolutions Arena. Hice una foto de rigor y continué mi camino hacia el hotel, haría el check-in y luego regresaría con más calma. Me llamó la atención ver que dos de las calles que cruzan por el pabellón se llamaban "John Stockton Drive" y "Karl Malone Drive". Eso dice mucho de lo importante que es el baloncesto (y los Jazz) en la ciudad.

Llegué al sencillo Howard Johnson hotel a escasas dos manzanas del EnergySolutions Arena. Habían hoteles mejores en la zona pero la diferencia de precio era considerable para una sola noche. Aunque el mobiliario era antiguo todo estaba impoluto: ni un solo arañazo en los muebles y una limpieza impecable. Lo que cada vez me sorprendía menos era la amabilidad de los habitantes de la ciudad: un personal muy amable en recepción que me recordó que la mañana siguiente tenía incluido el desayuno de cortesía por parte del hotel. 

Tras dejar la maleta en la habitación y abrigarme bien salí a dar un paseo por la ciudad. Llama la atención que durante las casi tres horas que estuve por allí prácticamente no vi a nadie paseando. Si que es cierto que habían bastantes coches circulando pero las calles estaban prácticamente desiertas. Subí a lo alto de la colina donde se encuentra el Capitolio del Estado de Utah, en un marco paisajístico incomparable, rodeado de montañas. De vuelta al downtown pasé por el Salt Lake Temple y vi de pasada varios edificios con una marcada arquitectura estadounidense.

Un par de horas antes del partido volví al EnergySolutions Arena, entré en la tienda Fanzz que hay en el pabellón e hice varias compras. Nunca sabes si vas a volver a un sitio así así que tienes que aprovechar donde estás. Antes de volver al hotel a dejar las bolsas llenas de camisetas, sudaderas... aproveché la tranquilidad del lugar para visitar las estatuas de John Stockton y Karl Malone que hay a la entrada, me hice las fotos de rigor y leí una a una todas las placas que hay en el suelo con los récords y logros que consiguieron.

Llego al hotel y dejo allí todo lo que había comprado. Me pongo mi nueva sudadera y salgo otra vez camino al EnergySolutions Arena. El ambiente en la calle era diferente ya; estábamos a una hora del inicio del partido y la gente ya iba entrando al pabellón. Una vez dentro el aroma a baloncesto se respira en cada esquina. Encuentro la "boca" por la que entrar y ahí lo veo, igual que por televisión, el parquet reluciente, el videomarcador clásico que llevaba allí casi toda la vida, y miro al techo... cuando estás en el EnergySolutions Arena no miras al techo, estás directamente mirando al cielo y todo está repleto de estrellas. Veo los números de Pistol Maravich, John Stockton, Jeff Hornacek, Karl Malones, Jerry Sloan... y las banderas de los dos campeonatos de la Conferencia Oeste en los años '97 y '98 con los crecí y aprendí a amar este deporte.
 
Tras un breve repaso mental por la historia de ese pabellón volvemos al presente. En unos minutos los Spurs de Parker, Ginóbili y Duncan jugaban contra los Jazz de DWill, Kirilenko y Jerry Sloan en el banquillo. Lo primero que me sorprende es ver la cantidad de argentinos que hay con la camiseta de Manu, tanto con la de San Antonio como con la de Argentina. 

Suena el himno estadounidense... como siempre recibido con vítores y aplausos. Acabados los formalismos empiezan las presentaciones de los equipos. San Antonio no es que caiga muy bien en Salt Lake City así que la pitada es bastante grande mientras presentan a sus jugadores. Y ahora vienen los nuestros: se apagan las luces y sale video introductorio por el videomarcador. De repente un estruendo como si alguien viniera en moto... y ahí está: nuestra mascota aparece en escena pilotando una Harley hasta el centro de parquet. Uno a uno presentan al quinteto inicial y el EnergySolutions Arena se viene abajo cuando, con el número 8, sale a pista Deron Williams.

El partido no fue bien. Los Spurs con un genial Tony Parker se van de veinte puntos y parece que nos quedamos sin partido. Pero en la segunda parte Deron Williams coge las riendas del equipo, anota 39 puntos y está a punto de darle la vuelta al marcador. Por desgracia los Spurs no aflojan y acaban haciéndose con la victoria. Me daba lo mismo, había presenciado a mi gran ídolo del momento hacer el mejor partido de la temporada. Simplemente espectacular.

Mucho cambiaría la historia un par de semanas más tarde cuando se hacía oficial el traspaso de Williams a los Nets, pero eso es otro asunto.

Tras el gran partido vuelvo al hotel. Ya es noche cerrada en Salt Lake City y se nota, han bajado las temperaturas. Ponemos la ESPN en el televisor y vemos el resumen del partido de los Jazz, al acabar hablan del partido que se iba a jugar al día siguiente: los Celtics visitaban a los Blazers y O'Neal era baja. Toca irse a dormir pronto, al día siguiente había que madrugar para ir al aeropuerto, nos esperaba Portland y el Celtics - Blazers.

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